Imagen Post 1749772723.jpg
12 Jun 2025

El estrés de mamá

Este post es para ti, que eres mamá.
Hoy escribo inspirada por una película de Netflix llamada "Harta" que me hizo sentir tan impactada y conmovida, en esa escena en la que la mamá se desahoga con la oficial solo podía sentir el alivio de cuando expresas algo que haz cargado tanto tiempo. Esta película me recordó a mi madre, me dejó pensando en todo lo que ella cargó mientras me criaba sola, en todo lo que nunca pudo expresar.

Para ti, que quizás estás leyendo esto entre interrupciones, mientras piensas en lo que falta hacer hoy.
El uniforme, la merienda, la reunión del trabajo, la ropa para lavar, el almuerzo, las tareas… todo parece depender de ti.

Yo no soy madre, pero crecí viendo a una, vi a mi mamá hacer magia con lo poco que tenía, vi cómo se encargaba de todo, sin descanso, sin ayuda, sin quejarse… o al menos sin que nadie lo notara, la vi agotada, en piloto automático, y lo veo hoy de adulta por eso le dedico este post, a ella y a todas quienes me leen.

Muchas veces me pregunto:
¿Se habrá sentido libre alguna vez?

Lo escribo porque me duele pensarlo, porque desde que el minimalismo llegó a mi vida, no puedo evitar imaginar cuánto más liviana podría haber sido su vida si hubiera tenido menos cosas que sostener.

A veces siento que mamá podría haberse sentido más libre si hubiera tenido menos cosas, menos exigencias autoimpuestas, menos objetos que limpiar, ordenar, mantener, menos presión por cumplir con todo, no por ser perfecta, sino quizás por sus propias creencias y experiencia de vida antes de ser madre, es decir por el entorno en el que creció.

Siento que sí, que se hubiera sentido más libre con más espacio, más descanso, más momentos para ella, más decisiones tomadas desde el deseo, no desde la creencias que carga inconscientemente .

Sé que no existe un botón mágico que resuelva todo, pero también sé que hay pequeñas acciones que pueden hacerte sentir más liviana, por eso, si esto te resuena, te dejo una mini guía para empezar a simplificar tu vida desde un enfoque minimalista:

Pequeños pasos para aligerar tu día a día

1. Empieza por un espacio:
Elige un rincón de tu casa que uses mucho y que te genera estrés visual: la mesa del comedor, la cocina, el placard.
Elimina lo que no usas, lo que está de más, lo que te resta energía.
Un espacio más limpio y claro ayuda a calmar la mente.

2. Suelta la culpa de no llegar a todo:
No estás fallando: estás haciendo lo que puedes con lo que tienes.
Ser minimalista también es aprender a decir no, a soltar lo que no es esencial, a no cargar con expectativas ajenas.

3. Haz pausas reales:
Aunque sean 5 minutos, un té en silencio, una respiración profunda, una canción que te guste.
Tu bienestar también es parte de la rutina, no algo que viene después.

4. Pregúntate: ¿ Que cosas sostengo por costumbre, no por necesidad?
Desde objetos hasta hábitos. ¿De verdad lo necesitas o solo estás en automático?
A veces reducir también es un acto de amor.

5. Pide ayuda, sin culpa
No tienes que poder con todo. Delegar también es un acto de cuidado propio. No te hace menos madre, te hace más humana.

Querida mamá, si llegaste hasta acá:
Gracias por todo lo que haces, incluso cuando nadie lo nota.
No estás sola.
Y mereces una vida con más alivio, más silencio, más momentos tuyos.

El minimalismo no es la solución a todo, pero puede ser un camino para empezar a soltar lo que pesa y quedarte con lo que realmente importa.

Gracias por leerme. att: Jenifer.

Inicia sesión para dejar un comentario.